En la campaña 2018/19 hemos tenido una producción récord de aceite de oliva en España de 1. 78 millones de toneladas, ¿Desde el sector productor, cómo se han gestionado estas existencias de aceite de oliva a lo largo del año?

El comportamiento del sector productor no ha sido homogéneo. Por provincias todas excepto Jaén, han ido vendiendo de un modo regular, sacando al mercado una cantidad igual o muy cercana al total de lo producido en esta campaña.

En el caso de la provincia de Jaén al final de septiembre presentaba un 25% del aceite producido en esta campaña pendiente de venta. A todo ello hay que añadir el enlace de la campaña anterior.

No obstante, en general las ventas mensuales han sido muy elevadas y por lo tanto, hay que valorar como positivo el comportamiento del sector productor, que ha entendido que ante esta alta disponibilidad de oferta era necesario adaptarse a la bajada de precios y dar salida al mayor número posible de Toneladas.

¿Tendrá algún efecto positivo el almacenamiento privado?

Desde el anuncio de su puesta en marcha, ha ayudado a mantener los precios y evitar nuevas bajadas y por lo tanto sirvió para compensar, en parte, el efecto negativo en el mercado de los nuevos aranceles de Estados Unidos. Tras el resultado tan escaso de la primera licitación, se han generado muchas dudas sobre su efecto en el mercado. Habrá que esperar a ver que sucede en las tres licitaciones siguientes. En mi opinión puede llegar a ser una medida efectiva, que ayude a regular la oferta disponible durante los primeros meses de esta nueva Campaña.

 ¿Qué efectos tendrán los aranceles de Trump?

 Sin duda es una medida muy negativa que tendrá efecto en el mercado. Estados Unidos es un destino muy importante para el aceite español.

 A corto plazo, muchos operadores tienen recelos a la hora de comprar aceite español y están comprando más de lo habitual en países como Portugal y Túnez.

 La medida no afecta al aceite a granel por lo que dos importantes operadores (DCoop y Sovena) que disponen de envasadoras en EEUU pueden mantener e incluso incrementar sus ventas. Las empresas que no tengan estas instalaciones se ven claramente perjudicadas. España deberá buscar salida en otros mercados para contrarrestar esta medida y eso no es fácil, ni rápido. En cualquier caso los bajos niveles de precio actuales ayudarán a buscar soluciones alternativas.

 ¿Qué efectos tendrán el acuerdo de la UE con Mercosur?

No disponemos de países netamente competidores entre los que integran Mercosur, como si sucede en el caso de frutas, hortalizas, carne de vacuno,… etc, así que no debe tener efectos negativos para el aceite de oliva español. 

En el aspecto positivo, puede ayudar a incrementar nuestra penetración en ese mercado, si bien, tanto por poder adquisitivo como por consolidación, está lejos de ser una alternativa inmediata al mercado norteamericano para nuestro aceite de oliva.

 ¿Cuáles  podrían ser los mecanismo de ajuste de oferta y demanda?

En cuanto a la oferta, no quiero ser pesimista, pero de momento parece que el único factor de ajuste es la alternancia de periodos de sequía que, al generar producciones bajas, permitan absorber los altos stocks de enlace entre campañas que se generan cuando llueve convenientemente.

Las nuevas plantaciones, el incremento de la superficie en regadío y la mayor productividad con mejoras en la agricultura, hacen que la producción de España esté en aumento considerable. 

En cuanto a la demanda, tenemos muy buenos niveles de venta y el consumo de aceite de oliva, dada su calidad y por ser un producto saludable debe seguir creciendo en el mundo. No obstante, gran parte de nuestras altas ventas, también dependen de si en países como Grecia, Italia o Túnez se dan buenas o malas campañas y de nuevo esto ocurre por algo que no podemos controlar, la climatología.

Por lo tanto, a corto plazo se podría potenciar el almacenamiento de aceite de oliva, dotándolo de presupuesto suficiente y de un nivel de precios que suponga un verdadero incentivo para las empresas que almacenen. Pero eso es una solución temporal y que sólo tiene efecto real si se alternan producciones altas y bajas, que permitan dar salida al aceite almacenado.

Por lo tanto, hay que trabajar en la promoción del aceite de oliva en todas sus categorías: extra, virgen y oliva refinado, así como el orujo-oliva también. Hablamos de una capacidad de producción enorme y para que podamos mejorar los precios y así los ingresos globales del sector, necesitamos también un gran incremento de la demanda. En mi opinión, la promoción está excesivamente concentrada en el aceite virgen extra y deja de lado el resto de categorías, a veces de un modo excluyente, perdiendo así oportunidades e incluso generando confusión en el consumidor. Desde el mejor virgen extra hasta el orujo-oliva, disponemos de un producto que, por sus características saludables, organolepticas y su versatilidad en la cocina, no tiene comparación con otro. Hay que enfocar la promoción hacia el olivar como cultivo saludable, que cuida el medioambiente y genera un paisaje hermoso y vivo, para que los consumidores retengan esa imagen y quieran tener ese olivar en sus vidas a través del aceite de oliva.

 

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