Entrevista a Juan Vilar. Consultor Estratégico de Grupo Oleícola Jaén

Siendo conocedor del sector olivicultor a nivel mundial, ¿Hay diferencias de costes de producción entre los países nuevos productores y nuestro país? ¿y en precios de venta hay diferencias?

Generalmente los olivares que no requieren grandes cotas de factor trabajo para poder gestionarlos no experimentan grandes cambios de un país a otro, pueden oscilar entre 0,8 centimos de euro en los lugares más eficientes y de costes más bajos, no solo por eficiencia, sino también por motivos de entorno país, y 1,4 euros por kg, en los lugares de más elevado coste, debido a los factores mencionados. Sin embargo en los olivares menos mecanizados, los costes de producción sí que son mucho más diversos debido fundamentalmente a la carga de trabajo, pues el mayor de los costes en este ámbito,  es el de recolección, muy necesitado de mano de obra, por cierto. En cuanto a comparar el resto de países con España, lo olivares tradicionales, de forma general, en casi todos los casos, son menos productivos que los españoles, y por consiguiente, por el efecto escala productiva, resultan generalmente de mayor coste a la hora de producir un kg de aceite. No obstante, aunque la productividad de un olivar tradicional sea elevada no es comparable con respecto a la de mayor intensificación, en algunos casos los primeros llegan hasta a cuadriplicar a los segundos en cuanto a costes productivos unitarios.  

El estado de precios en los países destino suele depender de la disponibilidad de aceite de oliva en el mercado en particular. Por norma general, los países comienzan a demandar aceite de oliva por razones saludables, fundamentalmente, tras ello, comienzan a producir, si sus coordenadas geográficas se lo permiten, (aunque a veces hacen verdaderos esfuerzos con pequeñas producciones testimoniales como Canadá, Reino Unido o Alemania), y tras ello sube la demanda de forma mucho más acusada, conforme va subiendo la afluencia de productores ofertando su aceite a los países consumidores, por norma general, el precio se desplaza hacia abajo, aumentando el consumo del mismo modo. No obstante como regla básica, los precios fuera suelen superar al precio en España, salvo en el caso de los aceites de oliva lampantes, aquí son algo más caros, por la misma razón, elevada demanda para elaborar aceite de oliva resultante del proceso de refinado. Por experiencia también, de los aceites mejores del mundo, la mayoría se elaboran en España, y hay tipos de aceite que resulta casi imposible degustar o disfrutar en otros países.

 ¿Podemos considerar el olivar tradicional rentable a día de hoy? ¿A qué precio de venta estaría en equilibrio?

Si nos atenemos simplemente a la actividad típica productiva, teniendo en cuanta los precios en origen existentes en los últimos 20 años, dejaron de ser rentables el 60% de las campañas, mientras que el restante 40, sí que lo fueron, es decir, cada vez los ciclos de malos precios serán más habituales y largos, y los de buenos precios motivados por la escasez de demanda, menores, y de precios más bajos. La razón es que con las nuevas plantaciones hay explotaciones eficientes que pueden sobrevivir por sus bajos costes con precios más competitivos, y que la gran distribución no deja de concentrarse, consiguiendo precios mucho más baratos.

No obstante, lo ideal ser´hacer competitivos dichos olivares con dos vías fundamentales, en primer término buscando la eficiencia de los mismos, resulta difícil, pero lo adecuado sería encontrar el mayor punto para tal ámbito, y del mismo modo, tratar de singularizar, diferenciar, y potenciar estos aceites tratando de algún modo que fuese valorados de forma superior por el consumidor, obteniendo un porcentaje adicional de renta neta por tal motivo.

El punto de equilibrio en un producto es difícil de determinar, pues cada producto tiene sus particularidades, el problema es que los distintos tipos de aceite existentes en el mercado se comparan por argumentaciones productivas, y no de preferencias del consumidor, el aceite de oliva procedente de olivares tradicionales no debe de competir con otras tipologías más intensificadas en términos de eficiencia, o jamás podrá llegar a cotas racionales de renta para el olivicultor. No obstante, y atendiendo a los costes de producción medios entre 2,5 y algo menos de 3 serían precios razonables para todos, pero una cosa es lo deseable, y otra muy distinta lo que acontece, por ello, no olvidemos el primer párrafo.

El crecimiento de explotaciones a nivel mundial, ¿es una amenaza para nuestro olivares jienenses o una oportunidad?

La expansión del cultivo es una oportunidad, por cada hectárea de olivar que se planta en el planeta crece la demanda de aceite de oliva en algo más de 500 kgs, al instante, por lo tanto es una oportunidad para los olivares jienenses, no obstante, no olvidemos, que la mayor parte de olivares mundiales, sortean una gran numero de dificultades para producir, sobre todo, ortográficas, climatológicas, etc. resultando mucho más competitivas a medio y largo plazo que nuestros olivares, por lo tanto, si el olivar jienense mantiene las mismas cotas de proactividad que los recién llegados, jamás dejará de ser una oportunidad, si sucede lo contrario, y lejos de ser productivos, nos refugiamos en la reactivadad, por supuesto que a medio y largo plazo serán una autentica amenaza. No obstante de nosotros depende.  

El aumento de producción a nivel Español, ¿donde es más apropiado y rentable darle salida, a nivel nacional o mercados internacionales?

El mercado español, lo hemos analizado en la primera de las cuestiones, es un mercado de demanda limitada ante la totalidad de producción del país, dependiendo del tipo de empresa puede orientarse hacia un mercado u otro, o ambos, no obstante la demanda interna española está cayendo, y sería un buen momento de potenciarla de forma conjunta con instituciones de carácter supraempresarial, mediante promoción y educación de las preferencias del usuario de forma constante.

No obstante, lo habitual es trabajar los mercados locales, de forma gradual, hasta que el rango de solidez de la compañía lo permita, y en todo caso, la internacionalización es una estrategia corporativa muy adecuada para buscar nuevos mercados, no obstante, require un perfecto conocimiento de los mercados destino, y generalmente necesitan de estructura en el país origen, luego require de conocimiento, experiencia, inversión y especialización de la compañía, por tanto aunque es una oportunidad, hemos de prepararnos para ello, pues por experiencia propia, conlleva también un riesgo considerable, pero si se tienen en cuenta los puntos anteriores, asumible.

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